Fotografía de Liliana Carvalho Saucedo.
Les comparto un bello recuerdo, tras bambalinas.
Un momento que sin duda quedará para siempre en mis recuerdos, me ocurrió en una presentación. Ese día habían pasado muchas complicaciones; el sonido no funcionaba, la exposición se retrasó, retirándose la mayoría del público y, la escritora con la que compartiría la mesa no pudo asistir. Realmente, ocurrió una cosa tras otra. Por fin pudimos comenzar, de pronto sentada frente al escenario, pensé “no hay nadie contigo en la mesa, así que tú sola tendrás que conseguir despertar en el público que queda, la curiosidad por tus libros”. Uff, no les mentiré, aunque logré hablar, los nervios, intentaron varias veces, hacerme pasar una mala jugada. Inesperadamente y, como si lo hubiera planeado, veo llegar a un pequeño con su mamá. Era, según las palabras de su madre, un admirador de mis novelas. Me dio tanto gusto verlo, que hice la mención de su presencia; el niño de apenas 9 años, al oír su nombre, se levantó para sentarse junto a mí en el escenario… ¡Fue fabuloso! El chico, sin inhibiciones, respondió prácticamente todas las preguntas sobre el libro, dando una agradable frescura al evento. Así de curiosa es la vida, gracias al retraso del programa, mi pequeño admirador llegó a tiempo, convirtiéndose en un fantástico compañero, regalándome un día inolvidable.
Fotografía de Liliana Carvalho Saucedo.
¿Sabías que puedes crear un lazo con tus hijos al leer con ellos?
Leer en familia es una excelente manera de acercarte a tus pequeños de una forma positiva, dinámica y cordial. Ellos siempre anhelan nuestra atención y al leer en familia se sentirá atendidos. Con esta actividad, que debe realizarse como un juego, puedes hacer cuestionamientos reflexivos con los niños que les dejen una buena enseñanza. Dependiendo de la edad de tus hijos, puedes realizar preguntas sobre la lectura para interactuar con ellos, como: ¿Cuál personaje es tu favorito o no te gustó?, ¿tú que hubieras hecho?, ¿qué estuvo mal o bien en la historia?, entre otras. Te recomiendo que incluyas palabras diferentes, con entonaciones teatrales, que les parezcan simpáticas a tus pequeños. Eso te ayudará a mantener la sensación de estar en un juego. Puedes decir cosas como: a mí no me gustó cuando ¡El muy sinvergüenza y barrigón lobo feroz se quiso comer a caperucita, me dieron ganas de agarrarlo de las orejas para sacarlo de la casa! Eso es un ejemplo, no significa que lo hagas tal cual, es muy importante que consideres que el tipo de comentarios e interacción varía con la edad de tus pequeños.
Otra cosa que les encanta a los niños durante las lecturas, es actuar los cuentos. Te sugiero realices esto, cuando lleven un tiempo con esta actividad. Este cambio en la dinámica refrescará la forma de llevar la lectura y lograrás estimular otro tipo de creatividad en tus hijos.
Es frecuente que las primeras lecturas en casa, los padres hagan una serie de cosas que pueden llevarlos a fallar en su objetivo. Te dejo algunos errores comunes que no debes evitar cometer:
No imponer la lectura (ellos deben elegirla). Puedes proponer que cada miembro de la familia elija un libro en cada reunión, así también tu podrás escoger.
No los obligues a leer, si no quieren, tú tendrás que hacerlo por ellos.
No los apresures, ni los corrijas durante la lectura (puedes cohibirlos).
No realices el encuentro de lectura familiar como parte de su tarea diaria o evaluación académica (recuerda es un juego familiar).
No leer más de 20 minutos, si los ves cansados debes parar (el tiempo depende de la edad).
La actividad debe hacerse unas horas antes de dormir. Esto depende mucho de cómo realices la lectura; si hay risas, actuación, o algún tipo de activación, habrá una estimulación que incrementará la adrenalina en los pequeños y no podrán dormir pronto o incluso podrían tener pesadillas. Para evitarlo, puede realizar la lectura antes de la cena.
Espero que estos consejos te ayuden y encuentren en la lectura una emotiva experiencia familiar.
¡Escríbeme y dime como te ha ido en casa con las lecturas!